Cáligas (en latín caligæ, singular caliga) es el nombre dado a las sandalias de cuero usadas por los legionarios y miembros de los cuerpos auxiliares romanos.
Estaban formadas por una suela y tiras de cuero que se ataban en el centro del pie y en la parte superior del tobillo. Para el uso militar, las suelas eran tachonadas con clavos de hierro con el fin de reforzarlas, mejorar la tracción del pie y «armarlas», es decir, permitir al soldado infligir daño pateando con ellas.
Aparecen representadas en numerosas esculturas, y los hallazgos arqueológicos han suministrado numerosos ejemplares, a veces en excelente estado de conservación.